Cuando nos enamoramos de verdad, necesitamos cierta madurez emocional.
Muchos adultos todavía son niñ@s encerrados en un cuerpo adulto que busca a su padre o a su madre o el cariño y valoración que no recibió.
Por eso cuando se establecen en pareja esperan que su compañer@ les llene la vida, que les haga felices, que les de seguridad y que les haga sonreír. Ah y que en el sexo se lo haga pasar lo mejor posible. Todo niñ@ busca pasárselo siempre bien.
Cómo podéis observar es esperar demasiado. Uno debe emparejarse para compartir no por necesidad de cariño, y como nuestro compañer@ también se acercó con sus carencias emocionales, por un lado no puede satisfacer a su pareja como ella/ él desea y también ESPERA cosas de su pareja. Imaginaros la situación, las discusiones están aseguradas.
Luego están los típicos » es que no me llena» y no nos damos cuenta que esa es nuestra labor, llenarnos a nosotros mismos
A continuación vendrán las infidelidades. Una persona infiel es una persona inmadura que solo desea jugar (ligar) y que no puede ni quiere asumir responsabilidades. La responsabilidad que implica haber entregado tu corazón, pero seguramente no lo entregaron visto que no lo tienen para sí mismos, vaya que les falta su propio cariño y valoración personal. A todo esto sumarle cuando deciden tener hijos. Niños educando a otros niños, a la mayoría de nosotros nos ha pasado, por eso nuestra Autoestima es baja.
Bueno pues con todos estos ingredientes no es de extrañar que los divorcios estén a la orden del día.
O sea que si nos amamos más y nos responsabilizamos de hacernos felices bajarán las infidelidades y divorcios. Como veis todo está en nuestras manos.