No eduquéis a vuestros hijos a base de castigos. Se sentirán solos e incomprendidos. Los niños entienden más de lo que pensamos. No son tontos.
Si son demasiado pequeños frente a una situación que atrapa su atención, podemos buscar estrategias para que nos obedezcan. Por ejemplo: Si están en un parque infantil con sus amiguitos y no quieren volver a casa cuando los llamamos, es una actitud, completamente, normal. Yo le decía a mi hija, después de avisarla dos o tres veces, que me iría igual a casa, y me escondía, saliendo de su campo de visión; cuando mi hija se daba cuenta, corría a buscarme, y entonces yo la cogía de la mano y nos íbamos a casa. Si se lo están pasando bomba es normal que no se quieran ir, no les castigues por querer ser felices.