El miedo

El miedo se siente como un gigante que te aplasta el pecho, cuando decides enfrentarte a él, no lo encuentras, desaparece tu contrincante, y tú con tu armadura y tu espada- en tu imaginación – lo buscas y no lo encuentras, porque tu sola decisión de enfrentarte a él, hace que el miedo desaparezca. La función del miedo no es otra que la de retenerte, no hagas, no intentes, no cambies, no evoluciones, no vivas…

 El subconsciente tiene escrito el valor que tú te diste, según tus circunstancias, y le aterra que le cambies esa identidad equivocada porque fue la única que conoció, es como si te cambiaran de familia y te dijeran que ahora son estos tus padres. Por eso, se cambia poco a poco.

Pero no dejes que el miedo te impida vivir. No tienes que tirarte en paracaídas, pero si deseas hacer un viaje en avión, realizar algún deporte, comenzar una terapia etc. No dejes nunca que el miedo te detenga. Evoluciona, la vida se abre para tí. Mereces ser feliz. Si te da miedo ir en avión, busca aquello que te pueda relajar, un pañuelito de colonia, girar el aire hacia ti…

Existen mil maneras de ayudarnos.

Yo me mareaba cuando me sacaban sangre, mi Psicóloga me enseñó, dijo: como tienes que ir en ayunas, llévate en el bolso tus galletas preferidas para desayunar después, diles que puedes marearte y que te reclinen el asiento… Nunca más volví a marearme y nunca más le tuve miedo a los análisis de sangre. Lo que pasaba es que me avergonzaba marearme y al comunicárselo a las enfermeras lo acepté; no sé si os acordáis de La Aceptación de uno mismo que, como veis obra milagros.

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